Cuando estaba en la preparatoria, leí la primera novela en que aparece Sherlock Holmes: Estudio en escarlata. Inmediatamente, me impresionó la habilidad que sir Arthur Conan Doyle tuvo para crear un personaje tan sobresaliente como ese detective fumador y taciturno. Aún ahora no puedo creerlo, y me retuerzo de envidia cada vez que, como escritor, intento hacer algo vagamente similar y no lo logro.
Recuerdo que en uno de los relatos cortos, El carbúnculo azul, se presenta de ésta manera: "Mi nombre es Sherlock Holmes, y mi negocio es saber lo que otros ignoran." Tsss, ¡qué güevos! A lo largo de sus historias, te enteras de que el tipo es boxeador, esgrimista , botánico, lector de la nota roja, excelente tirador, músico, geólogo, químico y chingos de cosas más. Con nada más mirarte, el muy cabrón podía decirte en qué trabajaba tu abuelito, adónde habías pasado la tarde anterior, cómo era tu criada, a qué dedicabas tu tiempo libre y hasta qué chingados habias desayunado... una semana atrás. ¿Cómo no enamorarse de un personaje así? Miles de personas lo hicieron. De hecho, en su época llegó a tener tanto éxito que los lectores creyeron que el detective era una persona de carne y hueso. Algunos hasta mandaban cartas dirigidas a Holmes a la dirección del autor. Increíble pero cierto.
En resumen, Sherlock Holmes es un chingón.
Y hace poco me enteré que iban a sacar una película de Sherlock Holmes con Robert Downey Jr. y Jude Law como protagonistas.En resumen, Sherlock Holmes es un chingón.
Lo primero que me sacó de onda fue la discrepancia entre la apariencia física del Holmes de los libros y la del Holmes de la película. El de las historias es un tipo alto, elegante y frío como la chingada (que es muy fría); el de la película es chaparrito, jovial y, a veces, cálido. Lo segundo, y lo que más me sacó de pedo, fue que el Holmes de la película se permitiera hacer algunas bromas. ¿Bromas? ¿Holmes? No me cuadró para nada. Apenas vi el trailer del filme, creí que iba a ser una mamada.
Me equivoqué.
Está pocamadre la pinche película. A pesar de que es bastante predecible en algunas partes, se compensa con todas las sorpresas que te da. Vemos a un detective valemadres y astuto, pero sobre todo, simpatiquísimo. Justo cuando la película iba a la mitad, me di cuenta que todos los cambios que le hicieron al personaje estaban bien justificados; después de todo, es el siglo XXI, y ya hay muchas películas del otro Holmes, el viejo.
Las actuaciones son bien buenas; obviamente destacan las de Downey Jr. y Law, pues no solamente acertaron en la exposición de sus respectivos personajes, sino que también hacen una maravillosa mancuerna. Aunque al principio dudé de las capacidades de ambos para explorar a Holmes y a Watson, definitivamente te dejan satisfecho.
La música está chula. La hizo Hans Zimmer, y lo más destacable es el uso de las cuerdas y el tema de Holmes. El soundtrack fue nominado al mejor score del año, pero no tengo ni idea si ganó o no.
Total, Sherlock Holmes (la película) es una buena opción para gastar tu dinero y dos horas de tu "sagrado" tiempo. Si eres fan, te dejará satisfecho, si no, igual te la pasas chévere.
Sherlock Holmes (el personaje) rockea.
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