lunes, 2 de noviembre de 2009
De los asesinos horribemente lentos con armas extremadamente ineficientes
martes, 27 de octubre de 2009
De lo chingonamente bueno que puede llegar a ser el ocio
He aquí la primera parte:
Y aquí la segunda parte:
martes, 13 de octubre de 2009
Disculpas
sábado, 12 de septiembre de 2009
De las cosas cagadas que ocurren en la vida
Estábamos Cuauhtémoc y yo en el examen profesional de una amiga, esperando a que los sinodales deliberaran si aprobaba o no. En ese momento, vimos a una hermosa chica entre los asistentes , una que nos gusta a mucho porque en verdad es una mujer muy hermosa. Lo mejor es que tiene una hermana gemela que no desmerece en belleza frente a la otra. Le dije a Temo:
Entonces, él volteó a ver y dijo:
—Ah, sí... Y mira, ahí está su hermana gemela.
—Ay, no mames; es cierto. ¡Qué chido!
En ese momento, los sinodales proclamaron que nuestra amiga había aprobado el examen y con honores.
Todo mundo se puso a gritar de felicidad.
Mi amigo y yo seguíamos en nuestros propios pedos. Dijo Cuauhtémoc acerca de las gemelas:
—¿Te imaginas estar en la cama con las dos?
Entonces los dos nos ponemos rojitos y dibujamos unas grandes sonrisas en nuestros rostros, provocadas por los pensamientos cochinos que se dibujaron en nuestras mentes.
—¡Qué chido! —dijimos al unísono en voz alta.
Entonces, una señora frente a nosotros se levanta y nos dice dice:
—¡Ay, sí! ¡Qué emoción, verdad? —refiríendose a la titulción de nuestra amiga.
—¡Sí..., qué emoción! —secundamos nostros, con las cabezas llenas de pensamientos sucios.
No nos dimos cuenta de la confusión hasta que las gemelas se fueron, y dejaron nuestra líbido en paz.
Cagado.
viernes, 4 de septiembre de 2009
De lo que es no tener qué hacer
—¿Cuál amiguito?
—Su amiguito. Ya saben, el cíclope chiquito.
—¿Uh?
—El del sweater de cuello de tortuga y el casquito.
—¿Uh?
—¡Que si su pene tiene nombre, par de pendejos!
—¡Aaaaaah!
Chava y yo nos quedamos viendo con cara de "¿qué pedo con esté güey?," pero luego nos entró la curiosidad que siempre trae consigo un día aburrido.
—No, ¿por qué? ¿El tuyo sí?
—Sí.
—¡No mames! ¿Cómo se llama?
—Moisés
—¿Por qué?
—Porque abre el mar y libera a mi pueblo.
—¡Duh!
Aquí hubo un silencio.
Entonces, yo:
—Pues que el mío sea Lalo —dije.
—¿Lalo?
—¡Lalonganiza!
Risas.
Luego, Chava:
—Que el mío sea Lázaro.
—¿Porque le dices "levántate y anda"?
—Simón.
Más risas.
Pero luego ya no pudimos seguir hablando de eso porque llegó una chica. Sólo entonces, nos sentimos sucios de haber hablado semejantes pendejadas.
Chale, lo que es no tener qué hacer.
domingo, 30 de agosto de 2009
De los días raros
Como dije, un día raro.
El colmo fue cuando fui al baño de la facultad y vi a una chica en uno de los privados. Ah, chingá..., pensé, pero me pareció lógico porque a la hora que fui, los baños de las chicas están siempre cerrados. Entonces, una amiga mía entró al baño. Ah, chingá, chingá, chingá, pensé, y me salí para verificar que ese era el baño de los hombre. En efecto, así era. Las dos chicas, la del privado y mi amiga, salieron todas sonrientes y me saludaron. Todo eso me quitó las ganas de hacer lo mío, así que me lavé las manos y me salí de ahí.
Después, en la noche, mi amigo Cuahtémoc y yo fuimos a comer unos tacos de birria por Barranca del Muerto. Me pidio que después de eso lo acompañara al Sanborn's que está por ahí para comprarse una pipa y algo de tabaco. Fuimos y entonces recordé que yo tenía algo que hacer en el baño.
—Ahorita vengo, voy al baño.
—Cámara. Te espero. Voy a estar viendo las pipas.
—Simón.
Pues fui al baño y me metí al privado para concentrarme. Justo estaba yo logrando mi cometido cuando veo unas zapatillas blancas por la abertura del sanitario de al lado. Ah, chingá, volví a pensar. Entonces, vi otro par de pies, estos cubiertos con unos tenis. Ah, chingá, chingá, chingá, chingá, chingá... Y entonces, que las paredes se empiezan a mover al ritmo de una sinfonía de gemidos.
Pues me volvieron a quitar la inspiración. Me subí los pantalones y me fui.
Fui con mi cuate el Temo.
—¿Ya? —me preguntó.
—Ya.
—O.K. Ya nada más déjame decidir cuál pipa me compro.
—Cámara. Nomás no te tardes, porque quiero ir al baño.
—¿Uh? ¿No acabas de ir?
Y que le cuento y fue él quien tuvo que ir al baño, pero de tanta risa.
lunes, 24 de agosto de 2009
¡Pinches viejas! II
Estaba yo un día bien feliz en mi trabajo, cuando de repente llegó la mujer que fue mi sueño a lo largo de toda la preparatoria. Su nombre es María Guadalupe y, en ese entonces, todo mundo le llamaba Lupita o Pita. Ahora, como según ella es una persona completamente diferente a lo que era en ese entonces, prefiere que la llamen María. ¡Duh! Total, llegó a visitarme porque se había enterado de que yo trabajaba por ahí y tenía muchas ganas de verme. Güevos. Me saludó, le preparé un café y platicamos del pasado hasta que la maldita luna se apareció en el cielo.
Entonces, la malvada mujer me recordó lo dolorosos que pueden llegar a ser los recuerdos.
Para empezar, me habló de los tres años que yo intenté cortejarla de varias maneras sin obtener más resultados que un corazón roto y un autoestima cayendo en picada. Madres. Luego, me habló de todos aquellos amantes, hombres y mujeres, que tuvo a lo largo de esos tres años que yo intenté cortejarla.
Pinche...
Luego, me contó lo divertido que le había parecido el hecho de que todas esas personas echaran sus vidas por la borda con tal de cumplirle todos sus caprichos.
Y eso fue solamente la primer parte de la conversación.
¡Pinches viejas!
—Recuerdo que después de esos tres años dejaste de buscarme —me dijo—. ¿Fue por esa chica que te pidió que fueras su novio, verdad?
—Efectivamente. No podía andar tras de tí si ya tenía una novia. Lamentablemente, fue entonces cuando tú comenzaste a buscarme a mí.
Ella rió.
—Es que me di cuenta que todas tus cartas y tus cortejos me habían llegado al corazón.
—Sí, qué oportuno...
—Intenté conquistarte varias veces. Hasta quise darte un beso y tú me lo negaste, ¿recuerdas? —Su sonrisa era coqueta y diabólica al mismo tiempo.
—Sí, lo recuerdo. Pero no te besé PORQUE TENÍA NOVIA.
—Pero... yo creí que me amabas con lucura...
¡Pinches viejas!
Entonces, yo insistí:
—Sí, pero entiende QUE YO TENÍA... Oh, olvídalo. No vas a entender.
Dije eso porque ella se considera a sí misma "un alma libre", es decir, que no le pertenece a nadie, y por eso, puede ser novia de alguien y tener sexo con otro cuando se le antoje. De verdad, no se puede hablar de lealtad con personas así, por eso no insistí en el tema.
Hubo un silencio. Luego, ella:
—En tus cartas me decías que yo era tu musa. ¿Era cierto?
—Sí, claro que sí. Tú eras quien inspiraba todo lo que escribía. En especial las cartas de amor que te dedicaba.
—Eran muy bonitas.
—Gracias.
—Y largas... Mira que la más corta es de dieciséis páginas--
—¡Yo sé qué tan largas eran! No tienes que--
—¿Y ahora?
—¿Qué?
—¿Y ahora qué sientes por mí?
¡Pinches viejas!
—Yo...
—¿Aún me amas?
—Yo...
Se me acercó, como si quisiera darme un beso, pero me alejé para encender un cigarrillo. Un truco clásico.
—¿Por qué me tienes tanto miedo? —preguntó.
—¿Miedo yo? ¿De tí? ¡Vamos!
—Entonces, bésame.
—No.
—¿Por qué no?
—Porque yo no soy como todos esos idiotas que perdieron la cabeza por tí. Por suerte, supe controlarme a tiempo... después de tres años.
—Pero aún me amas, ¿no?
—No lo creo.
—Averígualo. Bésame. Ya no tienes novia. Vamos, házlo.
—Tal vez después.
Otro silencio, y uno bien pinche incómodo.
—¿Sabes que eres la única persona que me ha rechazado? —dijo.
Ah, pensé, entonces es eso lo que te molesta. ¡Pinches viejas!
—No, no sabía. —Y eso era cierto.
Total, para no hacerles el cuento largo, terminé besándola y enamorándome de nuevo de ella por un rato. Cuando le pedí que fuera mi novia, me dijo que no, que amaba mucho a su novio y que pensaba casarse con él.
¡PINCHES VIEJAS!
¡Cómo las amo!
domingo, 23 de agosto de 2009
Del Kazoo
Es una belleza. Ya verán.
jueves, 20 de agosto de 2009
Y la rola de hoy es Like A Rolling Stone
Once upon a time you dressed so fine
You threw the bums a dime in your prime, didn't you?
People'd call, say, "Beware doll, you're bound to fall"
You thought they were all kiddin' you
You used to laugh about
Everybody that was hangin' out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging for your next meal.
How does it feel
How does it feel
To be without a home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
You've gone to the finest school all right, Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in it
And nobody has ever taught you how to live on the street
And now you find out you're gonna have to get used to it
You said you'd never compromise
With the mystery tramp, but now you realize
He's not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And ask him do you want to make a deal?
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
You never turned around to see the frowns on the jugglers and the clowns
When they all come down and did tricks for you
You never understood that it ain't no good
You shouldn't let other people get your kicks for you
You used to ride on the chrome horse with your diplomat
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Ain't it hard when you discover that
He really wasn't where it's at
After he took from you everything he could steal.
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
Princess on the steeple and all the pretty people
They're drinkin', thinkin' that they got it made
Exchanging all kinds of precious gifts and things
But you'd better lift your diamond ring, you'd better pawn it babe
You used to be so amused
At Napoleon in rags and the language that he used
Go to him now, he calls you, you can't refuse
When you got nothing, you got nothing to lose
You're invisible now, you got no secrets to conceal.
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
martes, 18 de agosto de 2009
De las cosas que uno encuentra en YouTube
Eso fue precisamente lo que me aterró.
Y como diría Resortes: ¡Ay, mamachita!
domingo, 16 de agosto de 2009
De los reproches que me han llegado por no publicar
Ciertamente, yo no soy de esos.
Siendo sinceros, es que a veces me da mucha güeva publicar cosas que tal vez nadie va leer, y más güeva me da cuando me pongo a pensar que resulta poco probable que alguien me deje algún comentario. Más de tres veces publiqué entradas que me parecieron chingonas, y nomás nadie me dejó ninguna palabra, ni siquiera para mentarme la madre. Cada vez que eso ocurre, me frustro mucho.
Pero luego me pongo a pensar que sentirse así por eso es también una mamada.
Es por eso que he decidido, por terecera vez en lo que va del año, publicar más seguido (la gente se levanta y me ovaciona) por el simple hecho de satisfacer a mi maravilloso público que me ama y me adora. (Aquí una hermosa chica me lanza su tanga). Y, por supuesto, yo también los adoro a ustedes. (Toda la primera fila del auditorio se desmaya).
Nos leeremos más seguido, y ¿quién sabe?, tal vez hasta tengan la fortuna de que yo lea sus blogs.
Y si ando de buenas, tal vez hasta les deje un comentario. (Aquí, un ñoño cuaretón y gordo muere por un paro cardíaco, provocado por la emoción que le causó esa posibilidad).
Me despido, gente bonita. Un beso.
(Cae una alfombra de rosas a mis pies).
Gracias por su preferencia. Uno de cada seis directores barbados me recomienda.
sábado, 15 de agosto de 2009
De Bunsen
Échenle un ojo, les prometo que no se arrepentirán... Y también les prometo que amarán al Dr. Mono, cuando lo conozcan.
Dr. Mono para presidente.
miércoles, 22 de julio de 2009
Me niego...
domingo, 17 de mayo de 2009
La Carretera
Aquello me llamó la atención, así que fui y me compre el libro La Carretera, de Cormac McCarthy.
No llevaba yo seis páginas del pinche libro cuando me di cuenta que estaba llorando. No mames: ¡seis páginas! Ni un pinche cuento bien hecho logra eso. ¡Qué talento! ¡Qué chingón! ¡Yo soy fan de McCarthy!
La historia del libro es la siguiente: un desastre nuclear o algo así (nunca se revela) elimina a la mayor parte de la población del planeta. El cielo es completamente gris y en todas partes hace un frío terrible, un frío "capaz de romper las rocas." Como el libro empieza ocho años después del incidente, la comida empieza a escasear y algunos grupos de supervivientes se han convertido en caníbales. Los pérsonajes principales son el Hombre y el Chico, que son padre e hijo y viajan hacia el sur, con la esperanza de encontrar ahí un poco de calor, comida y esperanza. Esa es toda la historia. No obstante, la calidad del trabajo es insuperable. Los personajes han sido tratados tan maravillosamente que ni siquiera sientes desidia al darte cuenta que casi todo el libro trata de ellos dos nada más. Hay partes muy cabronas en las que te pones a llorar o sientes un chingo de miedo cuando se ven amenazados por lo caníbales o por el hambre. ¡Puta! ¡El hambre! Todo el tiempo está presente en la obra. Sientes culerísimo cuando ya no tienen nada que comer y se llevan a la boca cualquier mierda que se encuentran... hasta bolas de nieve sucia.
El Hombre intenta cuidar a su hijo todo lo que puede y le da ánimos, pero cuando el Chico está dormido, se pone a llorar y maldice a Dios por todo lo que ha ocurrido y todo lo que va a ocurrir. El padre siempre lleva consigo un revólver con dos balas... No lo hace para matar a "los malos," como él los llama, sino para librarlos a ellos mismos de la agonía de la muerte en caso de ser capturados por el enemigo.
¿Serás capaz? Cuando llegué el momento, ¿serás capaz?, se pregunta el Hombre cada vez que mira al Chico.
Para tranquilizar a su hijo, le dice que a ellos no puede pasarles nada porque llevan el fuego, es decir, la única llama de pureza que queda en la humanidad. Le advierte que hay otras personas buenas, otras personas que llevan el fuego y que hay que encontrarlas.
¿Y no nos va a pasar nada malo?
Desde luego que no.
Porque nosotros llevamos el fuego.
Así es. Porque llevamos el fuego.
¡Qué chingón!
Por cierto, va a salir una película no sé cuando. Pero les recomiendo que primero lean el libro.
domingo, 10 de mayo de 2009
De The Spirit
Por eso, me emocionó mucho cuando escuché que iban a sacar una película de The Spirit que sería dirigida por Frank Miller, otro chingón de chingones. Cuando la película salió en diciembre del año pasado, por una u otra razón no pude ir a verla. Cada vez que me encontraba con un cuate, le decía: "Vamos a ver The Spirit, no seas culero," y todos me daban largas. Finalmente, sacaron la película de cartelera, pero yo me quedé con chingos de ganas de verla.
Durante todo ese tiempo, se me hizo raro que nadie hablara de ella.
Hace dos semanas se me hizo ver la maldita película. Fue lo más horrible que he visto en años. Cuando los créditos empezaron a correr por la pantalla, sentí por primera vez que había desperdiciado tiempo de mi vida, y eso que yo he pasado horas acostado en el pasto mirando el cielo. No mamen. Es horrible: diálogos tontos, actuaciones malas, chistes terribles... Ni siquiera las hermosas mujeres que salen en la película pudieron salvarla. En las dos horas que dura el tormento, no hay un solo momento memorable. Se me hace raro que Frank Miller la haya cagado tanto en su primera película. Pero, pensándolo bien, Miller es un mamón, y hasta es posible que lo haya hecho adrede nomás por chingar, como lo hizo con The Dark Knight Strikes Again o con All-Star Batman and Robin, The Boy Wonder.
Pero quién sabe... Tal vez, Frank Miller esté perdiendo su toque.
Yo rezo porque no sea así.
martes, 5 de mayo de 2009
¡Pinches viejas!
Sin embargo...
Yo he visto cómo mi amigo se ha partido el lomo trabajando para juntar el dinero que le comprará el boleto para ir hasta allá. Incluso, he apoyado monetariamente a la causa. El plan de este burro era irse pa' Rumania durante el verano, porque si no, solamente podría ir hasta el invierno, y en invierno allá hace tanto frío que no puedes hacer otra cosa que no sea quedarte en casa, dando gracias a Dios por la calefacción. El problema fue que le cambiaron mucho el precio del boleto y ahora tendrá que juntar más dinero, lo que se traduce en más tiempo de espera. Tendrá que viajar en invierno.
El asunto es que, cuando le dijo a su chica que tendrían que esperarse más para conocerse en persona, ella se encabronó y se puso triste. Que no mame. Yo vi cómo mi queridísimo amigo se partió la madre trabajando para juntar el dinero del boleto, y ella se encabrona. ¿Qué pedo? Hasta le recriminó que, tal vez no estaba haciendo ningún esfuerzo por verla.
¡Pinches viejas!
Eso me recuerda a una novia mía de la prepa. Sí... Recuerdo que una vez me sentí tan dadivoso con ella que le compré muchas cosas en una semana: un libro, chocolates, un reloj, un peluche y mamadas así. Ella, como toda buena mujer, se sentía feliz por haber recibido algo sin haber hecho el más mínimo esfuerzo por merecerlo. Pero una tarde, presenció cómo un amigo suyo le regalaba una rosa a su novia. ¡Me reprochó por una semana no haberle regalado nunca una rosa! ¡No mamen! ¡Yo le había dado como seis cosas, y ella me cagaba porque entre esas cosas no estaba una rosa! ¡Una puta rosa!
¡Pinches viejas!
Ahora, no me salgan con la pendejada de: "es que a las mujeres no hay que comprenderlas, sino amarlas." ¡Amen a mis güevos! El hombre que no comprende a una mujer es un pendejo; el problema es que, cuando las comprendes, inmediatamente te dan muchas ganas de deshacerte de ellas. Juro que el corazón de la menos cruel de las mujeres está más podrido que el corazón del asesino más despiadado. Las mujeres traman con una perversidad que a nosotros nos faltan siglos para comprender, y odian con un odio que es capaz de matar con sólo imaginárselo.
¡Pinches viejas!
Si no tuvieran eso que tanto nos gusta...
viernes, 1 de mayo de 2009
The Godfather: The Coppola Restoration
¡No mames!
El quinto disco es de suplementos, y tiene varios documentales más, y en uno, hasta sale mi adorado Spielberg diciendo: "Cuando vi El Padrino quise renunciar al cine. Me di cuenta de que yo nunca tendría esa habilidad para contar historias."
¡No mames!
Por eso y chingos de cosas más, The Godfather: The Coppola Restoration debe estar en la colección de todos aquellos que tienen una vaga idea del buen gusto.
miércoles, 4 de febrero de 2009
De los sombreros y otros headwear chingones
lunes, 2 de febrero de 2009
Batman: The Animated Series
domingo, 1 de febrero de 2009
Del curioso caso de Benjamin Button
Ya volví a regresar
No había podido escribir cosas en el blog porque me encontraba sumamente ocupado con varios pedos que he resuelto paulatinamente. Pero no se preocupen, ya volví. En serio. Prometo postear con regularidad, aunque no tanta como antes lo hacía, porque la verdad si da mucha güeva y no tengo tanto tiempo. Ni modo.